columna política

Fantasmas y peligros que acechan a Cornejo

Se acercan los debates legislativos por el presupuesto, que incluye un endeudamiento extra, y el análisis del Senado del pliego del juez Valerio propuesto por Cornejo para la Suprema Corte de Justicia. Los dos casos le han abierto al gobernador frentes que no logra cerrar del todo a favor de su postura. Hoy se reúne con intendentes del PJ para negociarlos. En el interior de Cambia Mendoza no todo se desarrolla como el jefe del Ejecutivo pretende.

El proyecto de presupuesto 2017 que lleva implícito un pedido de endeudamiento superior a los 3500 millones de pesos y el tratamiento por parte del Senado del pliego del juez José Valerio propuesto como integrante de la Suprema Corte de Justicia en remplazo del juez Herman Salvini, son las pruebas a superar más sensibles y complejas que haya tenido el gobernador Alfredo Cornejo desde su asunción, casi diez meses atrás.

Complejas porque le han significado, al gobernador, un esfuerzo político extra para asegurarse un resultado favorable. Pese a tener, en teoría, los votos propios suficientes en el Senado para que Valerio pase el pedido de aprobación de su pliego sin mayores problemas por un lado, y por otro una actitud opositora peronista dispuesta, como se ha visto hasta ahora, a no complicarle la gobernabilidad durante el primer año de gestión entendiendo, quizás, que los problemas de caja de Mendoza se originaron en buena medida por las malas decisiones asumidas por los peronistas Francisco Pérez y Celso Jaque, Cornejo hoy no puede descansar con la plena tranquilidad de que conseguirá lo que persigue.

Hay razones políticas, como el incipiente intento del peronismo por reorganizarse hecho que lo conduce a asumir una actitud de oposición más firme hacia Cornejo repercutiendo esto en las cámaras legislativas y hay razones más bien de piel -funcionales si se quiere-, que tienen que ver con el estilo de un gobierno que avanza en todos los frentes sin tener en cuenta otras visiones que no sean sólo aquellas que se definen en el Ejecutivo.

El método está dejando ver ciertas consecuencias internas de desinteligencias en el Frente Cambia Mendoza. Para que se comprenda mejor: así como el radicalismo nacional presiona a Mauricio Macri para que la relanzada coalición Cambiemos sea una sociedad para el gobierno y no una mera herramienta electoral, los socios de Cornejo en Mendoza, en particular el PRO, le reclaman al conductor de la gestión exactamente lo mismo.

Y algunos radicales propios, molestos, deciden cortarse solos y aventurarse por afuera de la estructura partidaria en la próxima elección para intendente en Santa Rosa siguiendo al senador radical por el Segundo Distrito, Walter Soto, quien por medio del partido Nueva Acción, jugará sus fichas en las PASO. Cornejo sabe que el capítulo electoral de Santa Rosa, por más nimio que sea, puede generarle un mal trago y trastorno mayor. Tan es así que ayer dedicó casi un hora de su tiempo en una conversación telefónica con Soto intentando hacerlo desistir de su aventura por la intendencia.

Como se ve, son varios los frentes abiertos que molestan, acechan y preocupan a Cornejo. El caso Valerio no está cerrado, ni mucho menos la discusión legislativa por el presupuesto. Cornejo se ha planteado ir a fondo con ambos asuntos en una reunión que ha programado para hoy con los cinco intendentes del peronismo y con el presidente partidario, el sanrafaelino Omar Félix, a quienes convocó a la Casa de Gobierno.

El gobernador buscará hacer jugar a su favor las necesidades de los jefes comunales y, por ende, la distribución de obras que se planifican desde el gobierno central con la esperanza de que los legisladores que responden a los caciques apoyen la postura del oficialismo. En el peronismo, hay, también, opiniones distintas sobre los diversos asuntos. Intendentes como Jorge Omar Giménez se inclina por respetar la decisión de Cornejo al proponer a Valerio para la Corte; otros como Roberto Righi, por caso, se definió a favor de una mujer en ese cargo. Con lo que nadie puede especular, al menos hasta que se desarrolle la audiencia pública sobre el juez propuesto para el tribunal qué decisión puede tomar de forma orgánica el peronismo. Se verá. Por el momento, Valerio sumaba ayer casi tantas adhesiones como impugnaciones: 149 sobre 144 respectivamente.

El gobernador analiza, además, que el frente interno no lo tiene absolutamente blindado a favor de Valerio. Sigue de cerca la postura de las senadoras Claudia Najul y Daniela García, ambas férreas defensoras de los derechos de las mujeres y de la cuestión de género. Najul preside la Comisión de Género del Senado, además de estar al frente del bloque y García es parte de la misma comisión. Durante el mes de la Mujer, en marzo pasado, García distribuyó un documento de su autoría en donde repasó el papel y el protagonismo de la mujer tanto en la vida política como en la privada. Destacó los avances de la Argentina en materia política, y el hecho de que en Mendoza las senadoras y diputadas, en general, superen el 35 por ciento del cupo en Diputados y el 31 en el Senado. Pero advirtió: "Claramente el cupo o cuota de género es parte fundamental de este crecimiento. Debemos trasladar esto a la conciencia general de la equidad para que superemos ampliamente dichos porcentajes".

Ahora, en medio de tanto revuelo por la nominación de Valerio, son varios y varias que le recuerdan esos dichos a la senadora. Ambas han sido motivo de profundas presiones frente a la inminente votación en el Senado. Junto con esto, interesados sobre manera en esta sensible y quirúrgica decisión que debe tomar el Senado en breve, hacían circular una supuesta postura de la Directora de Género de la provincia, Silvina Anfuso, en caso de que Valerio fuese confirmado como integrante de la Corte. Hablan de un paso al costado de la funcionaria que, hay que decirlo, se ha mostrado prudente y respetuosa de la decisión del gobernador en sus declaraciones públicas, pero sin dejar de expresar que la perspectiva de género en la Corte debiese estar representada por una mujer.

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